El inicio del invierno ha traído consigo un pronóstico de frío intenso para la región del altiplano de Puno. Desde mediados de abril, las temperaturas han comenzado a descender drásticamente, alcanzando mínimas de hasta -3 °C en las zonas urbanas y -13 °C en las áreas situadas por encima de los 4.000 metros sobre el nivel del mar.
Este fenómeno climático se extenderá hasta la segunda quincena de agosto, lo que representa un largo periodo de condiciones climáticas adversas. Se espera que durante este tiempo aumenten los casos de enfermedades respiratorias agudas y neumonía, especialmente entre los grupos más vulnerables como niños y adultos mayores.
Es fundamental que la población tome precauciones ante las bajas temperaturas, abrigándose adecuadamente y evitando la exposición prolongada al frío para prevenir posibles complicaciones de salud.
