Cuando Harry Cole, oficial del Regimiento Suffolk, escribía aquella carta a su madre hace ahora ocho décadas cerca de las costas de Dunkerque, en Francia, no sospechaba que moriría horas después en una de las batallas que marcó el destino de la Segunda Guerra Mundial.

Quizás tampoco imaginó que, 80 años más tarde, el mensaje llegaría finalmente a los sobrevivientes de su familia en Reino Unido.

Derek y Clemmie Cole, dos hermanos del soldado caído, han podido leer ahora la que tal vez fue la última carta de Harry.

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«Es increíble que algo así pueda suceder», contó a la BBC Clemmie, ahora de 87 años.

Los hermanos fueron localizados por la archivista asistente del Consejo del Condado de Suffolk, Heidi Hughes, quien se dio cuenta de que ella vivía en el mismo pueblo donde todavía vive Clemmie: Hasketon.

«Solo quería llorar de emoción cuando me di cuenta de que era alguien de mi pueblo», dijo.

¿Dónde estaban las cartas?
Suffolk Archives ha organizado una nueva muestra en línea que exhibe extractos de cartas no entregadas escritas por soldados del Regimiento de Suffolk, incluida la de Cole.

Las cartas pasaron casi 30 años escondidas en el ático de un soldado alemán, antes de que las entregara en el consulado británico local en Bonn, Alemania, en 1968.

Desde allí fueron enviadas al Museo del Regimiento de Suffolk pero, después de un intento de reenvío, muchas permanecieron sin entregar.

«Es sorprendente que las personalidades y el humor (de los soldados) brillen a través de estas cartas», destaca Claire Wallace, curadora del Museo del Regimiento de Suffolk.

¿Qué dice la carta?
En la carta, Cole, de 29 años, le pide a su familia que no se preocupe por él y que espera poder estar juntos de nuevo.

«Sigan adelante para que cuando esto termine podamos volver a descansar en paz y tranquilidad. Una vez más», escribió.

También le pide a la madre que no se preocupe si tarda en recibir correspondencia.

«No te preocupes, madre, si tienes que esperar mucho tiempo por una carta o una tarjeta, ya que no siempre podemos escribir, también hay demoras para sacarla», comenta.

Escribió, además, que se sentía esperanzado por el curso de la guerra y que esperaba que el ejército alemán «pronto huiría», una irreal esperanza… tal vez para consolar a su familia o darse aliento a sí mismo.

¿Qué pasó en Dunkerque?
Entre el 29 de mayo y el 4 de junio de 1940, más de 338.000 tropas francesas, británicas, belgas y canadienses escaparon de la invasión alemana desde las playas cercanas a Dunkerque como parte de la llamada Operación Dinamo.

Inicialmente, se pensó que los alemanes llegarían a la playa en dos días, lo que daría tiempo para que solo 45.000 tropas fueran puestas a salvo.

Pero gracias a una combinación de confusión alemana y valentía aliada, se salvaron suficientes tropas que pudieron después continuar la batalla contra Alemania, no sin antes enfrentarse a la poderosa aviación de Hitler.

Algunos historiadores consideran que no haber respondido con una mayor ofensiva a la evacuación fue «el mayor error de Hitler», dado que se considera que, sin la evacuación, los aliados probablemente habrían perdido la guerra.

Winston Churchill, primer ministro de Gran Bretaña durante la Segunda Guerra Mundial, lo calificó como un «milagro de liberación» en su famoso discurso We Shall Fight on the Beaches (Lucharemos en las playas) de 1940.

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