La basura que se produce en la ciudad de Juliaca y que debía acabar en las celdas transitorias del sector de Huanuyo, distrito de Cabanillas; apareció el último domingo en el botadero del centro poblado de Cancharani, en la ciudad de Puno.
Los residuos sólidos quedaron en evidencia porque en el lugar aparecieron montículos de papeles, materiales plásticos y algunas bolsas de supermercados que solo hay en Juliaca.
Habrían sido los propios comuneros y guardianes del botadero, quienes permitieron que los camiones compactadores de Juliaca desembarquen todo tipo de desechos en Cancharani.
Desde hace unos días, el Frente de Defensa Ambiental de Cabanillas impide que los residuos sólidos se desechen en las celdas transitorias del sector Huanuyo, por temor a la contaminación.
Los comuneros de Cancharani se negaron a dar explicaciones respecto a por qué en el lugar apareció más basura de la que habitualmente debería existir.
Claudia Ramos, gerenta de Residuos Sólidos del municipio de Puno, aseguró que se habrían botado alrededor de 300 toneladas en promedio. No descarta que podrían ser más.
La funcionaria anunció que evalúan denunciar al municipio provincial de San Román. Lamentó lo sucedido, porque el botadero está en proceso de cierre.
