Es una de las frutas favoritas de todos porque podemos disfrutarla de forma natural, como parte de los postres e incluso de nuestros jugos favoritos. La fresa es nuestra fruta del día, y ahora te contamos por qué.
Un nuevo estudio realizado por un equipo de investigadores italianos, serbios y españoles revela que las fresas tienen un indiscutible efecto protector en estómagos dañados por el alcohol.
Para llegar a esa conclusión, los científicos suministraron etanol (alcohol etílico) a ratas de laboratorio y comprobaron que la mucosa gástrica de aquellas que previamente habían comido extracto de fresa durante 10 días sufría menos lesiones, según publican en la revista Plos One. «Los efectos positivos de las fresas se asocian tanto a su capacidad antioxidante y alto contenido en compuestos fenólicos (antocianos), como a que activan las propias enzimas o defensas antioxidantes del organismo», explica a la agencia de noticias SINC Sara Tulipani, investigadora de la Universidad de Barcelona (UB) y coautora del trabajo.
La gastritis o inflamación de la mucosa del estómago, además de relacionarse con el consumo de alcohol, también se puede producir por infecciones víricas o por la acción de fármacos anti-inflamatorios no esteroideos (como la aspirina) o los que se usan en el tratamiento contra la bacteria Helicobacter pylori.
Las conclusiones de estudio apuntan a que una dieta rica en fresas puede ejercer un efecto beneficioso en la prevención de enfermedades gástricas y aliviar la lesión en la mucosa gástrica una vez dañada.