Según datos recogidos desde el 2012 hasta el 2018, se decomisaron 12 mil 409 ejemplares de esta especie, entre vivos y muertos, los cuales iban a ser comercializados ilegalmente.

La rana del Titicaca es capturada para ser comercializada en Arequipa, Tacna, Lima e incluso la propia ciudad de Puno, en donde se consume en un extracto de jugo, bajo la creencia infundada de que tiene propiedades medicinales y afrodisíacas.

Tras ser capturadas vivas, las ranas son trasladadas en cajas de madera, baldes y sacos de polietileno, en pésimas condiciones.

También se registró su comercialización ilegal, pero esta vez disecadas. De esta forma, las ranas son llevadas en cajas de cartón, según informó Hugo Valdivia Altamirano, administrador técnico del Servicio Forestal y Fauna Silvestre Puno (Serfor).

Las zonas donde más se extrae ilegalmente es en Capachica y Desaguadero, debido a la demanda que tiene la rana en el mercado.

No obstante, según estudios realizados, la Rana del Titicaca posee la bacteria llamada Quítrido Ranavirus, a consecuencia de la alta contaminación que existe actualmente en el lago, especialmente del distrito de Capachica.

Fuente: Los Andes.

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