Las interceptaciones telefónicas ejecutadas por el grupo especial Constelación de la Policía, registraron varios pasajes de conversaciones entre Jesús Tacuri y otros integrantes de la organización “Los profes del Altiplano”, en los cuales mencionan directamente al Rector de la Universidad Nacional Andina de Puno (UNA).

Uno de los registros data del 19 de junio de este año, día en el que los integrantes de la organización estuvieron especialmente activos, por la cercanía del examen CepreUna del día 23; y no solo por eso, pues todos los integrantes de la banda se mostraron sobresaltados cuando les advirtieron de un “soplo”.

Quien confirmó sobre el soplo fue nada menos que “EL RECTOR” tal como lo menciona Jesús Tacuri.

SOPLO. El primer dolor de cabeza de la organización “Los profes” vino el martes 11 de julio cuando varios medios de comunicación dieron a conocer que una organización (“Los profes del altiplano”) había ganado una jugosa cantidad de dinero en perjuicio de la universidad.

El presidente de la CepreUna, Edgar Mancha detalló que dicha organización se dedicaba a manipular los registros de pagos de los estudiantes del centro preuniversitario.

El negocio era simple, por un lado, “Los profes”, cambiaban la información de los estudiantes deudores y los hacían figurar como “no deudores”. En cambio recibían el dinero que les confiaban algunos estudiantes a cambio de una “rebajita”.

Claro que el dinero nunca llegaba a las cuentas de la universidad y terminaba en los bolsillos de ellos.

La denuncia mereció la intervención de la Fiscalía anticorrupción y la atención de la prensa.

EL RECTOR. Mientras esto pasaba en público, en privado, Jesús Caturi sudaba frío: “ Si nos descubren ya pues, descansaremos este ciclo, por que yo estoy cansado quiero descansar, así que si nos descubren normal”, le decía a otro de los ahora detenidos, Lewis Turpo Turpo el día 19 de junio.

Al día siguiente, el 20 de junio, recibió la llamada de alguien identificado solamente como MEDINA, quien le pregunta por su ubicación. Como respuesta, el preocupado profesor le lanza una frase muy sugerente: “El rector me ha dicho que hay soplones, mejor te digo en persona”.

“PARANOICO”. A esa altura, Jesús tenía serias sospechas sobre el seguimiento policial: “ Me están siguiente, me están siguiendo. Tú sabes eso” decía a un interlocutor. Por ironías del destino, ese interlocutor era justamente quien lo seguía más de cerca, es decir, el agente policial infiltrado en su organización.

Un poco más tarde, el mismo día, le lanza otra frase similar a Lewis Turpo Turpo: “ Ha habido soplo, creo que uno de los chibolos (estudiantes de la CepreUNA), es el infiltrado”, volvía a repetir, preocupado.

La razón del pánico fue, justamente la difusión de capturas de pantalla que revelaban sus maniobras con el cobro de pensiones, pero la expectativa de ganar dinero el siguiente proceso de admisión pudo más que su prudencia pues, en los días siguientes, dejó de hablar de un posible seguimiento y se concentró en coordinar la captación de estudiantes dispuestos a pagar por el deshonesto ingreso a la universidad.

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