Los pobladores asentados en las cercanías del río Ramis están preocupados no solo por la crecida del caudal del afluente ante las intensas lluvias, sino también por la contaminación que no se soluciona, a pesar de diversas protestas que emprendieron.
Ante este problema, Felipe Quispe, presidente de las rondas campesinas del distrito de San Antón, provincia de Azángaro, delegó responsabilidad a la actividad minera ilegal e informal, que vierten sustancias tóxicas como el mercurio a este afluente.
La situación se agrava en la temporada de lluvias, porque en algunos sectores el río Ramis se desborda, lo que provocaría que el relave se disperse entre los pastizales y dañe a los animales de pastoreo, así como los cultivos cercanos.
La autoridad comunal expresó su preocupación ante lo nocivas que son las sustancias que traslada este afluente. Por ello pidió la intervención del Estado con proyectos de remediación ambiental y que también se frene este tipo de afectación ambiental o de lo contrario adoptarán medidas de protesta, advirtió.
Fuente: La República.