El cuerpo de identificado de un joven de entre 30 y 35 años fue hallado cerca de la cima de un cerro. Las fracturas en su cráneo y otras partes del cuerpo indican que murió al caer de un precipicio; se investiga si cayó por accidente, fue empujado o se lanzó para autoeliminarse.
Hasta el cierre de edición, su identidad es desconocida pues nadie se acercó a la morgue para poder identificarlo.
Por ello, efectivos policiales procedieron con seccionar parte de su dedo para someterlo a rehidratación para así identificarlos mediante sus huellas dactilares.
Es importante subrayar que, por el estado del cuerpo, los peritos calculan que murió entre el jueves y el sábado de la semana pasada y no fue sino hasta la tarde del miércoles de esta semana cuando un grupo de pastores vieron su cuerpo.
Tras el aviso un grupo de efectivos policiales fueron al lugar para realizar las respectivas diligencias. La investigación del caso está a cargo del Areincri.
Fuentes de esta unidad indicaron que se maneja la hipótesis del autoeliminamiento aunque no se descarta el crimen.
Indicaron que el joven estaba muy bien abrigado, con tres pantalones y varias prendas que cubrieron su torso.
INDICIOS. En el cadáver que llevaba varios días no hallaron huellas de violencia a no ser por fracturas en cara y cráneo que pudieron ser causadas por el impacto del cuerpo en el suelo.
En el terreno hay una caída de varios metros y no se hallaron restos de sangre, huellas u otros indicios que hagan presumir un asesinato.
Tampoco se encontraron sobres de veneno, botellas con mezcla mortal y otros objetos o detalles que puedan sugerir un envenenamiento.
Lo más seguro es que se lanzó pues, se aseguró de ir a a una zona poca transitada y fue muy bien abrigado.
A pesar de ello, la investigación sobre la causa de su muerte continúa. El cadáver estaba desfigurado por el caso del tiempo y ya empezaba a mostrar signos de descomposición.