La anemia afecta a más del 40% de los niños y niñas desde los 6 hasta los 35 meses, es decir, más de 700 mil menores de tres años sufren de esta deficiencia que afecta su desarrollo mental y físico. Por ello, es muy importante conocer los principales síntomas de esta enfermedad a fin de combatirla a través del consumo de alimentos con hierro.

Este mal tiene como causa la falta de hierro, un mineral necesario para la formación de la hemoglobina y la proteína, que es muy importante para el organismo y que se obtiene a través del consumo de fuentes alimenticias.

«Se suele creer que mientras más coma un niño es mejor. Esto en parte es cierto pero más allá de la cantidad, se debe priorizar la calidad del alimento», señaló el doctor Edgardo Cóndor, médico especialista en pediatría de la clínica San Juan Bautista.

El galeno señaló que una dieta equilibrada de frutas, verduras, carnes magras y menestras puede mantener a un niño sano y con niveles de hemoglobina adecuados, sin caer en excesos.

Mencionó que, en muchos casos, los niños y niñas empiezan a consumir dulces o grasas a muy temprana edad, quitando el gusto por la comida más saludable y adecuada para ellos.

«Cuando un niño es diagnosticado con anemia, debe empezar un régimen alimenticio controlado, que incluya una vez por semana el consumo de carnes rojas, hígado, sangrecita y pescado, junto a jugos de origen cítrico o un poco de zanahoria, ya que son los elementos que ayuda a una mejor absorción del nutriente. En cuanto a la fuente de hierro de origen vegetal, las lentejas, garbanzos, ajonjolí, entre otros, son esenciales en su alimentación», afirmó el especialista.

Síntomas de la anemia
El pediatra comentó cuáles son los cinco síntomas más frecuentes en los infantes, para que las familias actúen de manera rápida previniendo y combatiendo la anemia:

1.- Palidez de piel y mucosas: esto es debido a que la hemoglobina da el color rojo a la sangre.

2.- Debilidad, cansancio, sensación de falta de energía e irritabilidad o mal humor: a causa de que los niveles de oxígeno que llegan a los tejidos son más bajos.

3.- Dificultad para respirar al jugar, correr o subir escaleras.

4.- Picor: es un trastorno muy curioso donde el niño tiene apetencia por comer hielo o tierra.

5.- Retraso en el desarrollo o en el aprendizaje: sobre todo cuando el niño tiene una anemia de larga evolución sin diagnosticar.

6.- Taquicardia: el corazón bombea más rápido.

7.- Boqueras, caída del pelo y alteraciones en las uñas.

Ante estos síntomas, el especialista señaló que es de suma importancia la consulta con un médico pediatra a fin de que se realicen los exámenes correspondientes y se pueda brindar el tratamiento adecuado para el infante.

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