Los fiscales del Equipo Especial Lava Jato han logrado corroborar las confesiones de al menos 19 testigos protegidos que declararon en la investigación por lavado de activos contra Keiko Fujimori, por lo que en su tesis de acusación señalan que la jefa de Fuerza Popular y la cúpula de su partido montaron una red de falsos aportantes para financiar su campaña presidencial con fondos no declarados y de origen desconocido.
Ese trabajo de la fiscalía desbarata la tesis de la defensa de la dos veces candidata presidencial, que está bajo prisión preventiva desde noviembre pasado, para lograr su excarcelación a través de un recurso de casación que interpuso ante al Corte Suprema, que emitirá su veredicto el 9 de agosto próximo.
«No existe ningún acto de corroboración de las declaraciones de los testigos», insistió la semana pasada la abogada de Keiko, Giuliana Loza, al sustentar el referido recurso. Agregó que nadie afirmó haber entregado dinero a Keiko Fujimori, pero esta, como jefa del partido, en la cadena de mando, tenía dominio sobre los que recibieron los fondos, como Jaime Yoshiyama, pieza clave en el esquema de blanqueo de fondos a través de la modalidad conocida como ‘pitufeo’.
Así, el equipo que lidera el fiscal Rafael Vela Barba logró en principio que dos de esos falsos aportantes confirmaran que Jorge Yoshiyama, el sobrino de Jaime Yoshiyama, los convenció para que se registren como supuestos donantes de dinero, testimonios a los que accedió La República.