Por ámbito geográfico, en el área urbana son 14.027.600 los peruanos con un empleo; mientras que, en el rural, son 3.728.800. Hay un ligero retroceso de 1,2% en los trabajadores agrestes, mientras que en los citadinos hay un incremento de 5,0%.

Si bien los datos reflejan que se recuperó el universo de trabajadores en el Perú frente al 2019 —en 1,8%, es decir 320.200 empleos—, aún predomina el trabajo precarizado, con énfasis en lo informal.

Son 9.886.800 personas que se desempeñan en la informalidad en el área urbana, un 11,4% más que el año previo al coronavirus —poco más de 1 millón de ciudadanos—. Incluso frente al 2020, se ve que la población que trabaja sin recibir beneficios incrementó en 29,4%.

Además, por tamaño de empresa, las microempresas emplean a 8.737.500 informales, un 13,9% más que en 2019. Las empresas que dan trabajo de 51 a más personas, redujeron en 7,7% la contratación de mano de obra informal.

Bajo esa tendencia, INEI precisa que la población empleo adecuado lastra una brecha de 3%. Actualmente hay 9.275.100 peruanos que tienen un empleo que cubre y atiende todo en regla. Son 283.400 ciudadanos menos que en 2019.

Y, enfocándonos en el subempleo —es decir los que perciben menos del salario mínimo y trabajan menos horas—, el universo es de 8.481.300 a nivel nacional. Vale acotar que este total se incluye dentro de la población informal en el área urbana, aunque también considera a los formales que trabajan medio tiempo.

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