Mientras las fuerzas policiales lanzaban gases lacrimógenos y descargaban el cañón de agua contra los presentes, varios cócteles Molotov volaban en dirección a los agentes.

Dos mujeres policías quedaron envueltas en llamas. Fueron ayudadas por sus compañeros, que usaron pequeños extintores y sus manos para sofocar las llamas.

Las dos carabineras -María José Hernández Torres, de 25 años, y Abigail Catalina Aburto Cárdenas, de 20-, integrantes ambas de las fuerzas especiales de Carabineros, se encuentran en estado grave en el hospital, informó su cuerpo policial.

Silva vio surgir una llamarada de reojo y giró su cámara para capturar una imagen justo cuando el fuego comenzaba a prender en las cabezas de las agentes.

“Me di cuenta de que una policía estaba en llamas por una Molotov y que su equipo estaba intentando apagar el fuego”, afirmó.

Tres fotógrafos de la agencia Reuters capturaron imágenes en las que una de las carabineras, con el casco fuera, grita de dolor mientras sus compañeros la rocían con extintores para intentar sofocar las llamas que avanzan por su cara.

Iván Alvarado, un fotógrafo de Reuters con base en Chile y que documentó la escena desde un tejado cercano, afirmó que las llamas avanzaron con rapidez.

“Los agentes estaban intentando apagarlas con sus manos”, dijo.

El ministro del Interior, Gonzalo Blumel, visitó a las mujeres en el hospital en la noche del lunes y denunció el ataque como “violencia pura (…) no tiene nada que ver con las legítimas demandas de los ciudadanos”.

“Fue una agresión violenta, cobarde contra dos mujeres carabineras que estaban trabajando para resguardar la seguridad de nuestros compatriotas”, señaló.

“Desde ese momento las cosas se intensificaron, la policía empezó a usar mucho gas y balines de goma, el ruido de los disparos repetidos fue intenso”, indicó.

Un portavoz policial que pidió permanecer en el anonimato dijo que los agentes en la plaza siguieron un procedimiento operativo estándar para lidiar con problemas de orden público, recurriendo primero a los cañones de agua y luego al gas.

Según aseguró, las balas de goma se usaron solo en situaciones de “peligro inminente” para los agentes. “El control del orden público es muy complejo”, comentó.

Reuters no logró contactar a las familias de las agentes heridas. El hospital en el que están siendo tratadas no respondió a una solicitud de comentario sobre su estado.

Las dos mujeres son unas de los 800 carabineros -el nombre con que se conoce a la policía uniformada- que han resultado heridos en las protestas que vive Chile desde mediados de octubre. Por parte de los manifestantes, 1.650 han tenido que ser hospitalizados, según grupos de derechos humanos.

Fuente: Reuters y AFP.

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