Lo mas valioso que tenemos en esta vida no es el dinero, ni el poder, ni la posición social. Esas son distracciones. Lo mas valioso se llama TIEMPO. Cada uno de nosotros tiene un tiempo limitado, corto, definido. Desde el nacimiento tenemos activada la cuenta regresiva. Cada segundo es un segundo menos. Cada día es un día menos de tiempo que nos queda. Por eso es valioso y por eso es muy importante no malgastarlo.
Por otro lado, lo único que nos llevamos de esta vida son las buenas o malas intenciones que recibimos de otros seres. Eso determina nuestro más allá. Si actuamos siempre de buena fe, con la verdad y la justicia por delante, entonces cosecharemos agradecimiento y buenas intenciones a nuestro favor. Si en cambio actuamos mal, con la mentira y la injusticia como bandera, cosecharemos maldiciones en nuestra contra.
Comprendiendo el verdadero valor del tiempo y un actuar conscientemente positivo, nuestra vida será productiva. A eso hemos venido al mundo, a mejorar nuestro entorno, a ser felices, a producir bienestar para nosotros, nuestra familia y nuestra sociedad. Una nación despierta a estas cosas es una nación destinada al éxito y al desarrollo.
Para que todos podamos ver claramente esta realidad, es necesario primero cubrir algunas necesidades básicas como alimentación, vivienda y salud. A una persona que a medio día tiene que dar de comer a su familia no le puedes hablar ni de política ni de mejorar la ciudad. Escuchará, pero no comprenderá, porque su prioridad es dar de comer a su familia. Por eso es muy importante solucionar estos problemas primero. Hay que hacerlo ahora, de inmediato, para tener una sociedad sana y equilibrada. Alejada de la manipulación violenta.
Lamentablemente el estado, a través de ministerios, regiones o alcaldías muchas veces gasta enormes cantidades de dinero en obras absurdas. Todos vemos elefantes blancos sobrevalorados y abandonados por ahí. Todos sabemos de gastos ofensivos como compras sobrevaloradas de medicinas o pagos millonarios a empresas corruptas. El problema no es el sistema ni la Constitución, el problema son ESOS presidentes, esos gobernadores y esos alcaldes que hablaron mucho y no hicieron nada.
Nosotros como electores estamos aprendido a elegir. Todavía nos dejamos atarantar por promesas sin analizar equipo técnico o propuestas concretas de los candidatos. Salvo en la provincia de San Román. Poco a poco la cosa mejora. Tenemos que autofelicitarnos porque parece que esta vez no nos equivocamos. Hay que tocar madera. Pero estemos vigilantes y atentos también con otras provincias y distritos.
Exijamos a las autoridades soluciones para esas necesidades básicas. Que no nos engañen con obras sin sentido. Abramos la puerta a cualquier iniciativa pública o privada que de alternativas para cubrir esas necesidades. Apoyemos la legalidad y el orden. Basta de invasiones. Basta de informalidad. La construcción masiva no se logra con ideología sino con inversión.
Imaginemos que todos tenemos agua y desagüe, que todas las familias podemos comprar vivienda. ¿acaso no sería el cimiento de una nación grande y productiva?… ¡Claro que sí!… No nos distraigamos con ideologías de odio. Solucionemos el problema de raíz. Mostremos a las autoridades que esas son las obras importantes que queremos. No aceptemos gato por liebre. Es así y solo así que haremos de Puno un departamento modelo en desarrollo y producción.