¿Se han dado cuenta que siempre tenemos posiciones enfrentadas? Pareciera que la población entera está siendo dirigida a determinada ideología. El problema que esas ideas siempre son DOS ideas contrapuestas. Si un grupo apoya al color blanco el otro lo hace por el negro. Si unos aplauden al equipo A los otros al B. Si unos promueven una posición política los otros promoverán la radicalmente opuesta. A eso se le llama “contradicción”

Nuestro cerebro sabe que existen miles de variantes intermedias, tanto en colores como en equipos o ideología política. Pero no llegamos a comprender con claridad las contradicciones de quienes gobiernan. Una selva de partidos y actores políticos. Un día apoyan una cosa, al día siguiente apoyan lo contrario. Un sin sentido para la mayoría de nosotros. Nos ilusionamos porque creemos en esa alternativa y luego nos desilusionamos porque vemos que ya no la apoyan quienes las promovían. Pero la mayor decepción es ver que unos y otros andan con procesos legales, con juicios y hasta en cárcel. Se acusan entre ellos. Sacan pruebas y contrapruebas. En la televisión dicen una cosa y en el otro canal dicen lo contrario. A eso se le llama “agudizar la contradicción”, en otras palabras “marear la perdiz”, “atontar a la víctima” o “distraer al objetivo”.

Pues bien, debemos tratar de entender todo esto.
Hasta donde puedo ver, se trata de un enorme juego de poder que se juega fuera de las fronteras de nuestro país. Se determinan las políticas y acciones a seguir en base a cuanto se puede sacar de beneficio. El truco está en que ambas posiciones de contradicción están promovidas por un mismo grupo de poder.

Plan A, nos dicen que las empresas pueden comprar TODO y cobrar por todo, sin que exista control o protección alguna. Da la casualidad que existe un conglomerado empresarial gigantesco llamado Black Rock que negocia todos los bienes y servicios globales. Ese modelo se le conoce con el nombre de Ultra Liberalismo Radical y coloca al ciudadano como un número absolutamente sobrante.

Plan B, nos dicen que todo es del estado y absolutamente nadie tiene derecho a crear empresa. Solo el enorme monopolio estatal está autorizado a negociar con quien decida. Un sistema estatista siempre hace negocios internacionales con el mismo grupo empresarial black rock, colocando al ciudadano como un número absolutamente sobrante.

El caso de Perú es algo especial, luego de cientos de años hemos podido encajar nuestro propio sistema en una posición de beneficio común. Nos ubicamos casi en el medio de esas posiciones extremas. Tenemos un sistema de LIBRE MERCADO SOCIAL, es decir, que permitimos que cualquiera haga empresa y compita en igualdad de condiciones con otras empresas, sean estas nacionales o extranjeras. Tenemos un buen número de protecciones legales para que las empresas grandes no se coman a las pequeñas.

Pero lo más importante, es que, del presupuesto nacional anual, que en su mayoría proviene de impuestos y este año es poco más de 214 mil millones de soles, el 53% va exclusivamente para obras de infraestructura como agua, desagüe, luz, educación y salud. Es decir 113 mil millones de soles a nivel nacional, muy aparte del canon minero que reciben algunas regiones como Puno que en el 2022 le entregaron 548 millones directamente para obras. Otro grueso de la recaudación va a reservas internacionales, que es un ahorro obligatorio para que podamos ser sujetos de crédito. Este año el Perú tiene 267 mil millones de soles en reservas (gracias a eso hemos podido soportar la pandemia, el niño y lo que venga).

Lógica del presupuesto público
El presupuesto se basa en la partida doble:
a) Si los ingresos superan a los egresos: se llama superávit
b) Si los egresos superan a los ingresos: se llama déficit
c) Si son iguales: se llama presupuesto equilibrado

Si el país vive en superávit hace décadas, entonces la pregunta salta por si sola… ¿por qué hay tanto descontento y falta de obras? La respuesta es muy fácil de decir, pero muy difícil de resolver… LA CORRUPCIÓN.

Grupos organizados de criminales se enquistan en el estado para literalmente saquearlo. Se dicen de derecha o de izquierda, se llenan la boca con la palabra pueblo, pero lo traicionan con sus acciones. Invierten en prensa para “acusar a otros” para “distraer con discursos populares”. Son en muchos casos “los abanderados de la moral, la memoria y la dignidad” pero tienen rabo de paja. Estos grupos contratan periodistas y personajes que recorren el país dividiendo a la población, porque “en rio revuelto ganancia de pescadores”.

Querido hermano puneño llegó el momento de DESPERTAR. Nadie hará nada por nosotros sino nosotros mismos. Tenemos un país de emprendedores y un sistema que nos permite crecer sin límite alguno. Debemos identificar a los saqueadores y exigir su encarcelamiento. Debemos organizarnos para exigir la realización de obras necesarias y urgentes. Por último, debemos identificar a los azuzadores y que nadie nos quite ni un solo minuto de nuestra libertad.

Mauricio Arnillas González
DNI 29540505

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